Envejecimiento Saludable

Envejecimiento Saludable

Este post es dedicado a mi abuelo Don Manuel Verdugo que tuvo la dicha de vivir 94 años y hasta el último día se duchó, se afeitó y se vistió solo. Hace tiempo estuve 10 días participando en un seminario organizado por la Universidad de Barcelona justamente tratando el tema del envejecimiento saludable, y la verdad es que fue revelador y me sensibilizó mucho respecto a la senectud.

El envejecimiento no es un tema en el que constantemente pensaba, uno va viviendo sus días, el tiempo va pasando, intentamos disfrutar al máximo y los años pasan, pero alguna vez te has puesto a pensar ¿cómo quieres envejecer? es decir, envejecer ya por concepto implica una disminución de las funciones normales del cuerpo como el movimiento, la digestión, la agilidad, la vista, el oído, entre otros, es decir, el envejecimiento ya de por sí es limitante, entonces, ¿has pensado alguna vez cómo es envejecer pero además sumada alguna enfermedad o condición?... vamos a poner unos ejemplos: disfunción de tus riñones o hígado, disminución de la función muscular, por ende pérdida de movimiento resultando en fragilidad, enfermedades como la osteoporosis, hipertensión, diabetes, parkinson, disfagia (dificultad al tragar causada en muchos casos por accidente cerebrovascular o la enfermedad de Parkinson y se tiene que comer todo prácticamente triturado!), en fin la lista es larga y a propósito la he extendido para crear conciencia de algunas condiciones que se pueden presentar en la vejez (aunque ahora te parezca imposible!).

Dichas condiciones van en gran parte relacionadas con cómo vives tu vida HOY, tus hábitos de alimentación y de deporte principalmente, es verdad que también juega la predisposición genética, aunque cada vez hay más estudios que demuestran que aunque tengas el gen de alguna enfermedad es realmente tu estilo de vida el que activa dicha condición, y eso es una buena noticia, HOY puedes empezar a construir cómo quieres vivir y disfrutar cuando tu cuerpo entre en esta etapa por la que todos hemos de pasar, y qué mejor que envejecer con CALIDAD DE VIDA!

Durante esos 10 días estuvimos entendiendo cómo el envejecer no tiene porque ser un proceso traumático en el ser humano ni tampoco tiene porqué ir acompañado de enfermedades o condiciones limitantes excepto las normales, me refiero a que esta época con tantos avances nos ha regalado esperanza de vida, eso significa que viviremos muchos más años que los que vivían otras generaciones y para mi es muy importante empezar a construir hoy cómo quiero vivir esos años, ¿los quiero vivir entrando y saliendo de hospitales con mi bolso cargado de medicamentos y en muchos casos dependiendo de una silla de ruedas o los quiero vivir disfrutando de mi independencia, poder moverme y valerme por mí misma?

La respuesta es clara, la verdad es un tema del que hasta hace muy poco no me imaginaba que escribiría, sin embargo el mirar alrededor a mis padres, mis suegros, toda mi familia y de lo cual estoy muy agradecida que en general todos gozan de buena salud e independencia pero me hace pensar si siempre será así y me cuestiono qué puedo hacer yo para prolongar ese estado durante muchos años, y lo único que puedo hacer es ser parte de este movimiento de la revolución de la salud y hacer lo que esté en mis manos para difundir el mensaje del cambio de hábitos.

Volviendo a mi abuelo se preguntarán ¿qué hacía? ¿qué comía? ¿cuál fue su secreto? y te puedo decir en resumen: ERA FELIZ, los años que lo llegué a conocer fue un hombre que pocas veces lo vi estresado o quejándose, era “corajudo”, pero supongo que le ayudaba a desahogarse en el momento y luego se le olvidaba, no guardaba rencores, disfrutaba de la vida, de la música, de su copita claro!, del barrio, de sus nietos, tenía hobbies como la pesca (un día antes de morir estaba pescando!), era de pocas palabras, pero cariñoso, grande, robusto, siempre olía bien, y aquí descubro el secreto de mi abuelo que en esta ocasión no tiene nada que ver con la alimentación ni con el deporte, y es el disfrute y la felicidad, así que aunque tengamos la alimentación más perfecta y el ejercicio, si no aprendemos a ser felices, a disfrutar lo que tenemos y a gestionar el estrés nos falta una gran parte de la fórmula mágica para un envejecimiento saludable.

A los jóvenes de edad que me leen ya sabes lo que tienes que hacer y a los jóvenes de corazón nunca es tarde para implementar cambios positivos en tu vida! Gracias por leerme, si te gustó compártelo!

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